28/05/2020 - Escrito el día de mi graduación de preparatoria
Hace tiempo una persona me dijo que cuando sentía que todo estaba mal, hacía una cosa: pensaba en su futuro. Pensaba en lo que iba a estudiar y en los sueños que iba a cumplir y se daba cuenta que los problemas de su presente solo serían temporales. Pero ahora, por más intranquilas que están las cosas en el presente, pensar en el futuro se ha convertido en algo espeluznante para mí.
A pesar de que se espera un regreso a la normalidad, esa normalidad promete ser nueva y diferente, cambiando todo lo que conocemos hoy en día. Y para mí y mis amigos, esta nueva normalidad no solo incluye tapabocas y gel antibacterial, si no entrar a una nueva etapa de nuestras vidas.
Durante la cuarentena, he intentando mantener la cordura todos los días que paso encerrada entre las paredes de mi cuarto. Aunque por momentos ha sido difícil combatir mi ansiedad estando sola y rodeada de malas noticias, he podido salir adelante y conectarme con la gente que más quiero. He descubierto nuevos intereses, y hasta eso, he llegado a emocionarme por mí futuro. Sin embargo, el haberme despedido de la mejor época y personas de mi vida desde estas cuatro paredes ha sido mi mayor reto de estos últimos meses.
El día de hoy me despido del lugar que me vio crecer durante tres años y de todas las personas que me acompañaron en este camino. Cuando pensaba en mi año de graduación me lo imaginaba lleno de fiestas y despedidas, y aunque sí tuvimos despedidas, nunca imaginé que iban a ser desde una pantalla.
No sé si la razón por la que estoy llorando en este momento sea por la tristeza de despedirnos de esta manera o por dejar atrás lo que ha sido la mejor época de mi vida. Posiblemente, también sea por los últimos días y risas en los pasillos y salones que ya no voy a poder recuperar. O tal vez, es por la incertidumbre de nuestro futuro, debido a que ya no sabemos si estas amistades y las experiencias que vivimos se quedarán siempre con nosotros.
Aunque quisiera estar viviendo este momento de graduación junto a mis amigos, solo podemos esperar, y aferrarnos y abrazar los recuerdos que estamos dejando atrás.
¡Qué hermoso escrito! Y qué triste que haya tenido que ser así. Pero ahí viene el futuro que seguro tendrá retos pero será emocionante.