Ya tenía rato queriendo escribir sobre mis series favoritas en este blog, y después de acabar la temporada más reciente de Sex Education este fin de semana, decidí que era momento de hacerlo.
--SPOILERS DE LA TERCERA TEMPORADA ABAJO--
Sex Education entró a mi vida cuando yo estaba en mi segundo año de prepa, un año que se convirtió en uno de los más complicados de mi vida hasta ahorita. Recuerdo estar entre los puffs en el fondo de la biblioteca en la prepa, junto a una amiga con la que ya perdí el contacto, repitiendo una y otra vez la escena en la que Jackson canta en frente de toda la escuela para pedirle a Maeve que sea su novia.
Ahora, esta última temporada llegó en mi segundo año de carrera, justo cuando más la necesitaba. Esta serie, aparte de ser chistosa, tiene una escritura increíble. Todos los personajes son redondos, no son ni buenos ni malos, simplemente son humanos imperfectos y adolescentes (lo cual hace que se equivoquen el triple). También tiene un elenco muy diverso, con gente de diferentes colores, tamaños y caras que usualmente no vemos en la televisión. Inclusive, tiene un personaje con discapacidad actuado por una persona con discapacidad, y un personaje no binario actuado por una persona no binaria. También toca temas que usualmente son ignorados, el acoso sexual y el trauma que conlleva, el aborto, la sororidad y la amistad, al igual que la diversidad de orientaciones sexuales. Te enseña la importancia de quitarle la vergüenza al sexo y la sexualidad, y a defender tus ideales. A pesar de que todo esto es increíble, esta última temporada me hizo darme cuenta de algo extra.
Antes de ver la tercera temporada, decidí volver a ver toda la serie desde el principio y gracias a ello, pude notar ciertas cosas. Principalmente, noté lo mucho que crecieron los personajes a lo largo de la serie, especialmente hacia el final. Maeve y Otis se comunicaron por fin, Aimee empezó a ir a terapia, Eric eligió estar solo para encontrarse a sí mismo, Adam empezó a estar en contacto con sus sentimientos, Lily decidió ser ella misma. Parece algo tonto, pero en los últimos meses, he tenido que tomar de las decisiones más maduras de mi vida y he tenido conversaciones importantes con personas que creía perdidas. He sentido la madurez en la gente cercana a mí y en mí misma más que nunca, y pude notar esto también con Sex Education. Gracias a haber tenido esta serie a mi lado durante la adolescencia, siento que he vivido la transición a la adultez junto a los personajes. Y ver una temporada en la que ellos están creciendo y madurando, se siente como un abrazo al cambio que yo misma estoy experimentando.
Es por eso que es tan importante tener series de adolescentes que sí representen nuestras experiencias. Porque, a pesar de no vivir en un pueblo en Inglaterra, ni vivir una vida parecida a la de cualquiera de los personajes, en todos ellos encuentro algo cercano a mí. Y ver a personajes imperfectos creciendo, me ayuda a aceptar todo lo que he vivido y estoy viviendo. Me ayuda a perdonar a las personas de mi pasado, y a encontrar la versión actual de mí misma, una versión mejorada.
No se si habrá otra temporada de Sex Education, y a pesar de que todavía no me quiero despedir de los personajes, no me molestaría que acabara aquí. Pues creo que todos los personajes se quedaron con un camino abierto para encontrarse a sí mismos en esta transición a la adultez. Pero nunca dejaré de recomendarla, debido a que es una de las pocas series de adolescentes que presentan una perspectiva fresca y cercana a lo que vivimos en realidad.
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